lunes, 6 de diciembre de 2010

Berlín, un paseo por la historia de Alemania



Ich bin ein berliner” (yo también soy un berlinés), dijo Kennedy en su primera visita a Berlín, en plena Guerra Fría.

Hoy, todo aquel que conoce la capital de Alemania, reconoce el sentido de esta frase; y es que ninguna otra ciudad resume mejor la historia de un país y de un continente. Pasear por sus calles permite acercarse a los 800 años de la capital más joven de una Europa, cuya historia del siglo XX no se puede explicar sin entender la historia de Berlín.

Grandiosa y fascinante, tanto en su pasado como en su presente, la vieja capital de Prusia, es hoy la capital de una joven Alemania reunificada y donde, desde 1990, se ubica el Gobierno Federal. Una metrópoli dinámica, ecléctica y cosmopolita, donde la diversidad de posibilidades hace a veces difícil la elección: más de cincuenta museos, arquitecturas fascinantes, multitud de festivales, tres óperas, e incluso un jardín zoológico en pleno centro, hace que la visita a Berlín no pueda ser fugaz.

Los distintos barrios de la ciudad como Tiergarten, Mitte, Kreuzberg e Prenzlauer Berg poseen una identidad propia. Berlín reúne, como ninguna otra urbe, aspectos propios de una pequeña ciudad y de una metrópoli histórica, siempre rodeada de una frenética actividad, vanguardismo y meditación contemplativa. Su superficie, ocho veces superior a París, está formada, en casi un tercera parte, por bosques, parques y jardines, que suponen un atractivo más de la vida berlinesa.Por ello, el visitante sólo tiene que liberar sus sentidos y prepararse para un viaje plagado de descubrimientos.


Guía práctica para moverse por Berlín

Cómo llegar

Hasta hace poco, Berlín contaba con tres aeropuertos, Schönefeld, Tegel y Tempelhof. Este último, famoso por ser el escenario de los puentes aéreos durante la Guerra Fría, fue cerrado en octubre de 2008.

De los dos restantes, Schoenefeld, situado a 15 km de la ciudad, es en el que aterrizarás si viajas con una compañía de bajo coste. Para llegar desde aquí hasta el centro de Berlín, lo más fácil es hacerlo en tren. Saliendo por la terminal A, a unos 400 metros, nos encontraremos con la estación ferroviaria del aeropuerto, donde los cercanías S9 y S42 nos acercarán en unos 45 minutos a Alexanderplatz, principal nudo ferroviario y viario de la ciudad.


El de Tegel no está lejos del centro y se llega en poco tiempo con cualquiera de los autobuses que terminan allí su recorrido. Hay un autobús rápido, el TXL, que conecta los principales puntos de comunicación de Berlín con el aeropuerto. Sin embargo, no se puede utilizar el billete del trasporte público convencional y hay que pagarlo aparte, dentro del mismo bus, al precio de 2.80€. Pero también hay líneas convencionales que llegan hasta Tegel y que tienen conexiones con el tren en varios puntos de las redes de S-Bahn y U-Bahn.


Acceso a los transportes públicos en los aeropuertos de <span class=Schönefeld y Tegel">

Transporte Urbano

Lo primero que debes conocer es la simbología del transporte en Berlín. Una S verde representa los S-bahn o trenes de cercanías y la U azul es el U-bahn. Además, la ciudad cuenta con una importante red de autobuses y tranvías, aunque estos últimos sólo en la parte oriental (por lo que si en algún momento estás desorientado, sólo tienes que mirar al suelo y comprobar si hay vías para saber en qué zona estás).

Los precios son relativamente caros, aunque todo depende de cómo se utilice el transporte público. El billete sencillo de dos zonas- el mínimo- cuesta 2,20 euros y permite utilizar libremente todos los transportes de la ciudad durante dos horas. Por eso, puede no merecerte la pena para un pequeño recorrido.

Para quien quiera recorrer la ciudad durante todo el día- ideal para el turista- merece la pena el billete diario que, por algo más de cinco euros, permite viajar libremente hasta las tres de la mañana del día siguiente al que se validó. Por unos céntimos más- 6 euros- se puede comprar el billete de tres zonas que comprende también la ciudad de Potsdam. Es una buena inversión para quien quiera visitar este lugar.

Otra opción interesante es tarjeta turística de la ciudad, la Welcome Card, que por 25 euros ofrece tres días de transporte público ilimitado, para un adulto, y descuentos en muchos museos y atracciones de la ciudad. Es sobre todo ideal para familias, pues con cada tarjeta pueden viajar hasta tres niños.

En la página oficial del transporte público berlinés, encontarás información más detallada sobre precios y horarios.

Si lo que te gusta es el deporte también existen varios puntos de préstamo del ayuntamiento de bicicletas, un sistema relativamente cómodo y económico en Berlín.


¿Cuál es la mejor época para visitar Berlín?

Los mejores periodos para viajar a Berlín son la primavera y el verano, cuando las temperaturas se suavizan y los berlineses salen a las calles para apoderarse de parques y jardines, y el colorido de las flores ofrece un espectáculo añadido. Por el contrario, los meses de otoño e invierno son generalmente fríos (o muy fríos) y lluviosos, por lo que un paraguas y ropa de abrigo son elementos imprescindibles a la hora de hacer la maleta. Ten en cuenta además que, durante el horario de invierno, anochece entre las 4 y las 5 de la tarde.


Guías a pie de la ciudad

Si te gusta visitar las ciudades con alguien que te cuente detalles históricos y anecdóticos de todo lo que se va viendo, existen multitud de recorridos guiados por toda la ciudad. Para los presupuestos más ajustados se puede buscar alguno de los “free tours” organizados por New Berlin, con los que conocerás, en unas 4 ó 5 horas, y en español, algunos de los puntos más destacados de la ciudad a cambio sólo de “la voluntad” que queramos dar. Aparte de eso, existen muchísimas alternativas y recorridos de todo tipo: el Berlín nazi, el Berlín comunista, el Berlín nocturno, el Berlín más alternativo… Conviene informarse bien por tanto antes de decidir qué tipo de recorrido se quiere hacer.

Qué comer

Las salchichas son por excelencia la comida típica de Berlín. En los numerosos puestos que encontrarás en las calles de la ciudad podrás degustar una “wurstel” con pan y acompañada de la salsa que prefieras al precio de unos dos euros.

Los kebabs son otro de los platos típicos de la ciudad. Esta comida, extendida ya por todo el mundo, tuvo su origen en el barrio turco de Berlín, por ello los berlineses lo han adaptado como un plato suyo más, dándole un toque personal que lo hace diferente de todos los kebabs que hayas probado antes.

Y por supuesto no nos podemos olvidar de la cerveza alemana, especialmente de las rubias de trigo procedentes de la zona de Baviera, como Franzikaner o Paulaner, que pueden ser un buen acompañante de tus comidas.

A la hora de pagar es habitual que el camarero pregunte si se desea pagar todo junto, o de forma individual. No deberá sorprendernos, ya que está totalmente aceptado que cada uno pague su parte directamente al camarero, tanto si se ha comido en un restaurante como si sólo se ha tomado un café en un bar. Ten en cuenta también que todas las comidas servidas en mesa llevan un recargo del 10% de propina para el camarero, lo que no quita que sea tradición dejar unas monedas más, sobre todo si se ha consumido en la barra.

Intentar pagar con tarjeta en tiendas, restaurantes o bares puede ser un problema, pues su uso está mucho menos extendido que en España.

Horarios

Por lo general los museos y espacios turísticos de Berlín abren a las 10 de la mañana y cierran hacia las 6 de la tarde. Tiendas y supermercados amplían un poco más su horario, aunque a partir de las 19 horas es difícil encontrar ya sitios en los que comprar, exceptuando las zonas más céntricas de la ciudad donde, hasta las 9 de la noche, podemos encontrar algún gran centro abierto.

Descuentos

Si eres estudiante en algún centro o universidad europea, no olvides sacarte el carnet de estudiante internacional, pues es aceptado en prácticamente todos los museos de la ciudad, con lo que podrás disfrutar de descuentos de hasta el 50% en algunos casos (la entrada normal suele ser entorno a los 8€). Los mayores de 65 años también tienen descuentos presentando la documentación que lo acredite.

Donde dormir

Si quieres dormir de una forma económica pero confortable, aquí te ofrecemos una lista de albergues que se adaptarán a tus necesidades:

Más información en internet:


http://www.visitberlin.de/espanol/index.php


http://www.berlin.es/


www.alemania-turismo.com


Fiestas y festividades de Berlín

Berlín es la ciudad con mayor cantidad de festivales de Europa, contando con una amplia gama de festejos cristianos y paganos que se han ido extendiendo a lo largo del tiempo hasta llenar el calendario. Aquí os ofrecemos algunas de las más interesantes, para no perdértelas si viajas en esas fechas a la capital alemana:

Festival de Cine de Berlín (Berlinal) (Del 11 al 21 de febrero): La Berlinal es sin duda el festival más conocido de la capital alemana y uno de los más importantes a nivel internacional. Los premios tienen la forma del oso que aparece en el escudo de la ciudad.


Festival de la Isla de los Museos (Del 19 de mayo al 10 septiembre): Certamen al aire libre que ofrece Conciertos, cine y teatro.


Carnaval de las Culturas (Del 2 al 5 de junio): Este festival une todas las culturas que se encuentran en Berlín; muy similar al que se celebra en Notting Hill de Londres y el Zomercarnaval de Roterdam.


Sandsation (Del 11 de junio al 16 de julio): Exposición al aire libre de esculturas de arena. Se encuentra entre la nueva estación central de trenes y la Cancillería Federal, con una superficie de 8000 metros cuadrados.


Deutsch-Französisches Volksfest (Del 23 de junio al 23 de julio): Feria que trae, desde Francia a Alemania, más de cien atracciones. Muy recomendable la feria gastronómica.



Classic Open Air (Del 6 al 11 de julio): Festival musical al aire libre en la Plaza de los Gendarmes. Música típica francesa, italiana, alemana y clásica para todo tipo de público.

CSD - Christopher Street Day (22 de julio de 2006): Día del Orgullo Gay.


IFA - Internationale Funkausstellung (Del 1 al 6 de septiembre): Feria de la industria electrónica más grande del mundo. No es necesario estar metido en esta industria está abierto a todo el que se quiera acercar.


Popkomm - Music meets here! (Del 20 al 22 de septiembre): Festival de música en plan comercial. La feria tiene un congreso y un festival.


El Berlín histórico

Reichstag

Nuestra primera ruta comienza en el Reichstag, el edificio que acoge el Parlamento de Alemania (Bundestag), y que supone la máxima comunión entre el pasado y la modernidad de Berlín. Tras la II Guerra Mundial, el interior del edificio fue prácticamente reconstruido en su totalidad, destacando la espectacular cúpula de cristal que lo corona, obra del arquitecto británico Norman Foster en 1993, y cuya visita es obligada, no sólo por las vistas que ofrece de la ciudad, sino porque el acceso es además completamente gratuito. La intervención de Foster se basó en una serie de puntos bien definidos: transparencia, el respeto por el pasado y la protección del entorno.

Horario de apertura: desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche (último ingreso a las 22.00). Generalmente hay que hacer cola de cerca de una hora debido a los controles de seguridad en el acceso.


La puerta de Brandemburgo

Al igual que el arco de triunfo de París, la Puerta de Brandemburgo, situada en la Plaza de Paris, es una de las mayores atracciones de Berlín y principal divisa de la ciudad.

De estilo neoclásico, obra del arquitecto Carl G. Langhans, e inspirada en los propileos de la Acrópolis de Atenas, la puerta de Brandemburgo, que originalmente marcaba una de las entradas a la ciudad, fue parcialmente destruida durante la II Guerra Mundial, y durante la Guerra Fría quedó en tierra de nadie entre la RDA comunista y la RFA.


El monumento, con más de doscientos años de historia, es testigo mudo de la fascinante historia de la capital alemana, además de símbolo de la caída del muro y de su reunificación, por lo que son numerosas las celebraciones nacionales que se desarrollan aquí, incluidas la de fin de año.


Avenida Unter der Linden

La arteria principal de Berlín, que une la Puerta de Brandemburgo con la Isla de los Museos, lleva el florido nombre, en castellano, de Paseo bajo los tilos. Esta calle, antiguo escenario de los desfiles prusianos y de los nacionalsocialistas de Hitler, fue el centro neurálgico de la ciudad desde sus inicios, hasta que la destrucción por las bombas y su cercanía al muro la dejaron en un segundo plano que llegó a su fin con su recuperación en los años 90.

Hoy en día vuelve a ser una de las avenidas principales de Berlín. Desde la plaza de París hasta el río Sprea, el boulevard está flanqueado a ambos lados por museos, teatros, óperas, bibliotecas, tiendas de lujo y la prestigiosa Universidad de Humbold, donde estudiaron personajes tan ilustres como Einstein o Karl Marx. Al final de la calle se levanta un templete clásico conocido como La Nueva Guardia, monumento de principios del siglo XIX que conmemora la victoria sobre Napoleón. En su interior alberga una escultura que recuerda a todas las víctimas de la I y la II Guerra Mundial, así como de la tiranía mundial.

Frente a la Nueva Guardia se localiza también otro destacado punto, la Bebelplatz. Se trata de una plaza que está rodeada por la Ópera estatal, la catedral católica Santa Eduvigis y la Antigua Biblioteca, hoy en día facultad de derecho. La Bebelpltaz es también famosa por un triste acontecimiento, ya que fue el escenario de la quema de libros el 10 de mayo de 1933 por los nacionalsocialistas. Esa noche se quemaron 22.000 ejemplares, entre ellos obras de Heinrich y Thomas Mann, Erich Kästner, Stefan Zweig, Heinrich Heine, Karl Marx, Alfred Kerr y Kurt Tucholsky. Hoy en día se recuerda con un memorial de Micha Ullmann, una biblioteca vacía empotrada en el suelo, tapada con un cristal plastificado. De este modo simboliza el vacío intelectual que produjo el nacionalsocialismo en Alemania con la persecución de escritores e intelectuales.


Museumsindel (La isla de los museos)

Uno de los puntos más interesantes de Berlín es el que forma esta pequeña porción de tierra situada sobre el río Sprea, en la que se encuentran los cinco museos más importantes de la ciudad.

También, en esta isla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, se encuentra la catedral de Berlín.

El conjunto, formadas inicialmente por las colecciones de arte y arqueología de los reyes prusianos, pasó a ser una fundación pública en 1918, la Stiftung Preußischer Kulturbesitz (Fundación del Patrimonio cultural prusiano), encargada de conservar los museos y sus colecciones:

  • Altes Museum (Museo Antiguo): Fue el primer museo que se levantó en la isla. Alberga la colección prusiana de antigüedades y el museo egipcio.

  • Neues Museum (Museo Moderno): Fue prácticamente destruido tras la II Guerra Mundial, por lo que en la actualidad aún se está reedificando. Para finales de 2009 está prevista su reapertura, volviendo así a su emplazamiento original las colecciones egipcias y prehistóricas.

  • Alte Nationalgalerie (Galería Nacional Antigua): Cuenta con la colección de pintura del siglo XIX más importante de Alemania.

  • Museo Bode: Reabierto en 2006, acoge varias colecciones de escultura y arte de la tardo-antigüedad y del periodo bizantino.

  • Museo de Pérgamo: Probablemente el más espectacular de todos; alberga en su interior varios edificios reconstruidos a tamaño original, tales como el altar de Pérgamo, la Puerta de Ishtar de Babilonia o la puerta del mercado de Mileto.

Bode museum

Horarios: Todos los museos abren ininterrumpidamente de 10 de la mañana a 6 de la tarde, excepto los jueves en que el horario se prorroga hasta las 22 horas (el acceso se permite hasta media hora antes del cierre). La entrada a cada galería vale 8 euros, con un descuento de 4 euros para estudiantes y jubilados (menores de 14 años gratis). Existe un bono combinado que permite, por 14 euros, el acceso a todos los museos de la isla en un mismo día.

Puedes encontrar más información sobre la Isla de los Museos en su página oficial.


La catedral de Berlín


La Berliner Dom es la catedral protestante de la capital alemana. Construida entre 1895 y 1905 en estilo neobarroco por orden del emperador Guillermo II, es la tercera edificación sacra que ocupa este solar, pues antes ya hubo una catedral barroca y otra neoclásica.

En el interior merece la pena contemplar el espectacular órgano de 1700 y visitar la cripta de la familia de reyes prusianos Hohenzollern, donde destacan los sarcófagos de Federico I y su esposa y el Juan I de Brandemburgo.





Horarios: De lunes a sábado de 9 de la mañana a 8 de la tarde (domingos de 12 a 20h). Precio: 5 euros (3€ estudiantes y jubilados). La entrada al culto es gratuita.




Ruta sugerida




Ver El berlín histórico en un mapa más grande

Alrededor de Alexanderplatz


Alexanderplatz

Alexanderplatz es sin duda la plaza más famosa de Berlín, y la que más facetas históricas muestra: originalmente fue un mercado de ganado, después un campo de entrenamiento del ejército prusiano. Actualmente, además de ser uno de los focos con más actividad de la ciudad, es también un importante nudo de tráfico viario y ferroviario, algo así como el km 0 de la ciudad. El nombre de la plaza proviene de la visita que realizó en 1805 el zar ruso Alexander II, y al que la ciudad quiso homenajear, aunque los berlineses la denominan, de forma coloquial, simplemente como “Alex”.

Tras la caída del telón de acero, la Alexanderplatz quedó en el lado soviético. La importancia simbólica de la plaza hizo que en los años 70, la RDA estableciera que el lugar debía convertirse en emblema de la gloria socialista, por lo que se inició la demolición del antiguo espacio para construir una nueva plaza siguiendo los preceptos comunistas: un gran boulevard flanqueado por enormes edificios de hormigón destinados en su origen a oficinas y hoy ocupado por bares, centros comerciales y negocios. En el centro de Alexanderplatz se puede aún contemplar un objeto decorativo de este periodo, el Weltzeituhr, o reloj universal, que anuncia la hora de todas las franjas, con las principales capitales del mundo escritas en ellas.

Otro de los elementos que se añadió a la escenografía fue la Fernsehturm, la enorme torre de Televisión que, con una altura de 368, pretendía simbolizar el progreso tecnológico de la República Democrática. En su cúpula hay un café giratorio que da una vuelta de 360 grados en 30 minutos, sin duda una forma distinta de contemplar la ciudad.



Acceso a la torre de TV Fernsehturm: Abierto de 9 a 22 horas. Coste de la entrada: Adultos 9.50€, niños hasta los 16 años 4.50€ (menores de 3 años gratuitamente).

Más información: www.berlinerfernsehturm.de


Nikolaiviertel (Barrio de San Nicolás)

La iglesia de San Nicolás (siglo XIII) se encuentra en un recinto urbano sorprendente, por tratarse de una zona peatonal de estilo claramente centroeuropeo.

En esta área nos encontramos con la cuna histórica de la ciudad, y podemos admirar lo que ha sobrevivido del antiguo Berlín medieval. Se trata de un agradable y coqueto barrio entre el río Spree, la Rathausplatz y la amplia Spandauer Straße. Hay que señalar que gran parte de este barrio quedó asolado durante la II Guerra Mundial, y la reconstrucción se inició en 1981siguiendo las indicaciones del arquitecto socialista Günter Stahn, amante de las pequeñas unidades urbanas, calles peatonales y estrechas, que en conjunto dan una agradable impresión de paz y tranquilidad. Es un buen sitio para comer al aire libre, dar un paseo o visitar pequeñas tiendas de artesanía local.


Horario de visita de la Iglesia de San Nicolás: De martes a domingo de 10 a 18 horas. Acceso gratuito.

Más información: www.berlin-nikolaiviertel.de


Ruta sugerida:





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De la antigüedad a la modernidad (Postdamer platz y Gendarmemarket)


Postdamerplatz

Postdamerplatz simboliza la nueva vida de una plaza histórica; nacida en 1838, año en que fue levantada la primera línea ferroviaria de Berlín, que unía la capital con Postdam. Hacia 1920, este lugar comenzó a convertirse en el foco principal de la que ya era la capital más viva e irreverente de Europa en los años posteriores a la I Guerra Mundial; sus cafés eran frecuentados por artistas y escritores, fueron abiertos refinados negocios y el famoso cabaret berlinés tuvo también aquí su origen. En estos años además era una zona de gran tráfico, pues cerca de 600 tranvías y algunos coches convergían en este punto a lo largo del día, por lo que en 1920, el primer semáforo del mundo se colocó aquí.

Sin embargo, como en otros puntos de la ciudad, los bombardeos de la II Guerra Mundial supusieron su casi total destrucción y abandono durante muchos años. Durante la Guerra Fría se convirtió en otro de los puntos simbólicos de la ciudad al ser atravesada por el muro, quedando así en tierra de nadie durante casi 40 años.

Desde mediados de los años 90 comenzó a darse una recuperación de la plaza a la que desde un principio se le otorgó el icono de la nueva modernidad en la nueva ciudad que se estaba forjando tras la reunificación, hasta tal punto que tan solo aquel viejo semáforo de 1920 queda como reseña de aquel antiguo esplendor. Entre 1993 y 1998, un barrio nuevo nació por completo a partir del edificio de oficinas de Daimler Chrysler, pionero entre las empresas que se establecieron aquí.

Tiendas, hoteles, apartamentos y restaurantes fueron asentándose en la zona. La construcción del Teatro Am Postdamerplatz y el casino, terminaron de definir su perfil moderno y activo. El Teatro, un hermoso edificio de 22 plantas diseñado por Renzo Piano está estructurado alrededor de un atrium que nos recuerda a una moderna catedral, con la espectacular escultura mecánica de Jean Tinguely, “Meta-Maxi”.

Los amantes del arte, encontrarán en la actual Postdamer Platz, algunas de las obras maestras contemporáneas de la escultura. Os sugerimos un recorrido por la zona para apreciar obras de Koontz, di Suvero o Haring.

En el año 2000, abrió sus puertas el Sony Center que actualmente aloja a las oficinas centrales europeas de la compañía. Se trata de 7 edificios, que rodean un fórum central, concebidos como una corriente de luz bajo una cubierta gigante. Este edificio futurista también da sitio a la nueva Filmhaus y al Filmmuseum, además de 2 salas de cine, el IMAX y varios restaurantes.

Gendarmenmarkt

La Gendarmenmarkt, literlamente “mercado de los gendarmes” es probablemente la plaza más bella de Berlín, y la que mejor traslada al visitante al pasado elegante e histórico, anterior a la destrucción de la guerra. El conjunto está formado por dos iglesias casi gemelas, la Französischer Dom (Catedral Francesa) y la Deutscher Dom (Catedral Alemana). En el centro se levanta el teatro Konzerthaus.

La plaza fue proyectada por Federico I de Brandemburgo para acoger a los hugonotes, huidos de la guerra de religiones en Francia, a los que construyó originalmente la Französischer Dom. Las críticas de la población berlinesa a que los franceses pudiesen contar con una plaza exclusiva para ellos, hizo que poco después construyese para los alemanes una iglesia exactamente igual a la anterior.

Ruta propuesta:


Ver De la antigüedad a la modernidad (Postdamer Platz y Gendarmemarket) en un mapa más grande

El muro de Berlín: el Checkpoint Charlie y la East-Side Gallery

Como ir del Checkpoint Charlie a la East Side Gallery: Dado que ambos puntos se encuentran a una importante distancia, lo mejor es utilizar el transporte público: Junto al Checpoint Charlie puedes coger la línea de metro U6 en la parada Kochtrasen hasta la parada de Ostbanhof, desde donde el muro nos quedará a pie a unos 300 metros.

El muro y el Checkpoint Charlie

Desviándonoes de la Avenida Unter der Linden por las calles Wilhemstrase o Friederichstrase, se llega al Checkpoint Charly, como es popularmente conocido este ex paso fronterizo entre oeste y este donde, se enfrentaron poco después de la construcción del muro tanques americanos y rusos. Siempre vigilado rigurosamente, el Checkpoint es centro de muchas leyendas e historias de agentes.

La torre de vigilancia prefabricada, que levantaron los aliados después de construcción del Muro, ya no existe, pues fue retirada sin ningún tipo de ceremonias pocos meses después de que la frontera se reabriera, pero hoy los antiguos acontecimientos son todavía recordados con un letrero de la ex frontera y los perfiles de un militar a ambos lados de la misma. Aquí encontrarás la típica foto de tu visita a Berlín, con el soldado americano y soviético, que por unas pocas monedas se retratarán contigo.

La historia del muro, y la situación fronteriza, se pueden comprender mejor en el museo situado al lado del Checkpoint Charlie, ubicado entre las calles Niederkirchnerstrasse y Zimmerstrasse, en las que se conservan 200 metros del muro original del denominado recinto de la “Topografía del Terror”.

East Side Gallery

Durante la separación alemana, el muro fue el lienzo para numerosos artistas del graffiti e la parte de Berlin occidental. Al caer del régimen soviético, la parte oriental también lo utilizó como soporte artístico. En 1990 un sector del muro fue transformado en la mayor galería al aire libre del mundo, es la denominada East Side Gallery, donde 118 artistas de 21 paises dieron expresión a sus pensamientos en temas políticos, conceptuales, idealistas y poéticos y creyeron una obra única que se extiende 1316 metros de lo que quedó del muro. Ubicado en el pleno centro de la ciudad (en el barrio Friedrichshain, al lado de Mitte), la “East Side Gallery” fue declarada monumento nacional en 1991.

Este museo al aire libre posee algunos de los graffiti más famosos del muro como por ejemplo el “Bruderkuss” (beso de hermanos) entre Leónidas Breznev y Erich Honecker, jefe todopoderoso y gobernante de la RDA. El ruso Dimitrij Vrubel agrego a su graffiti un poema escrito en ruso que quiere decir “Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal”.

Este complejo sistema de muros, vallas electrificadas y fortificaciones se extendió a lo largo de 120 kilómetros, separando a la ciudad y rodeando completamente a Berlín occidental. 75.000 personas fueron arrestadas por intentar escapar, 200 resultaron heridas de bala y cerca de 250 fueron asesinadas. Además, miles de ciudadanos fueron juzgados por ayudar a otros a huir.


Ruta propuesta:


Ver El muro de Berlín: El Checkpoint Charlie y East-Side Gallery en un mapa más grande

Los estragos de la II Guerra Mundial


Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm (Iglesia mutilada)

es una iglesia evangélica luterana o, mejor dicho, lo que queda de ella, de finales del siglo XIX, levantada en honor del emperador Guillermo I, aunque popularmente es conocida como “la iglesia mutilada” o “iglesia del recuerdo”. Se halla en la plaza Breitscheidplatz, junto a la avenida de Kurfürstendamm.

Tras ser destruida en la II Guerra Mundial, se ha conservado en estado de ruina como memorial. Se compone de varios cuerpos y se declaró monumento protegido. En la década de los años 50 se levantó, junto a los restos del edificio, una nueva iglesia realizada por el arquitecto Egon Eierman, que con una altura de 68 metros recubiertos de cristal, pretendía simbolizar el resurgimiento de Berlín a través del contraste entre ruina y modernidad. Debido a esta sorprendente disparidad, los berlineses se refieren amistosamente al conjunto como “la polvera y el pintalabios”.


Horario: de 10 de la mañana a 5 de la tarde. Precio entrada: 4 euros (no hay descuentos)

Denkmal für die ermordeten Juden (Memorial del Holocausto judío)

Situado a pocos metros de la Puerta de Brandemburgo, se levanta este enorme espacio destinado a recordar las atrocidades de la Alemania de Hitler sobre los judíos de toda Europa. La obra, concebida por el arquitecto Peter Einsenman, está formada por 2711 bloques de hormigón que recuerdan a un cementerio, aunque esta no era la

idea de su creador, sino recrear la sensación de desolación, de extravío.

Debajo del monumento, en el subsuelo, se encuentra un centro de información, sobre la persecución de los judíos por el régimen nazi.

Jüdische Synagoge (Sinagoga judía)


Inaugurada en 1866, su capacidad para más de 3000 fieles la hace ser la sinagoga más grande de Alemania. El famoso arquitecto berlinés Eduard Knoblauch (1801-1865) se dejó inspirar por el estilo árabe de la Alhambra en Granada. Durante la noche de los cristales rotos, en Noviembre de 1938, fue protegida ante las agresiones de los nazis, gracias a la iniciativa de un guardia que pudo evitar que fuese quemada. Después quedaría destruida totalmente por un incendio provocado por un bombardeo en 1943. En Mayo de 1995 se abrió al público como "Centrum Judaicum", un museo con una exposición constante.
Horario: Todos los días de la semana, menos los sábados de 9 a 18h. Entrada 5 euro (menores de 14 años grais). No hay descuentos.

Ruta propuesta:


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