Nuestra primera ruta comienza en el Reichstag, el edificio que acoge el Parlamento de Alemania (Bundestag), y que supone la máxima comunión entre el pasado y la modernidad de Berlín. Tras la II Guerra Mundial, el interior del edificio fue prácticamente reconstruido en su totalidad, destacando la espectacular cúpula de cristal que lo corona, obra del arquitecto británico Norman Foster en 1993, y cuya visita es obligada, no sólo por las vistas que ofrece de la ciudad, sino porque el acceso es además completamente gratuito. La intervención de Foster se basó en una serie de puntos bien definidos: transparencia, el respeto por el pasado y la protección del entorno.
Horario de apertura: desde las 8 de la mañana hasta las 12 de la noche (último ingreso a las 22.00). Generalmente hay que hacer cola de cerca de una hora debido a los controles de seguridad en el acceso.
La puerta de Brandemburgo
Al igual que el arco de triunfo de París, la Puerta de Brandemburgo, situada en la Plaza de Paris, es una de las mayores atracciones de Berlín y principal divisa de la ciudad.De estilo neoclásico, obra del arquitecto Carl G. Langhans, e inspirada en los propileos de la Acrópolis de Atenas, la puerta de Brandemburgo, que originalmente marcaba una de las entradas a la ciudad, fue parcialmente destruida durante la II Guerra Mundial, y durante la Guerra Fría quedó en tierra de nadie entre la RDA comunista y la RFA.
El monumento, con más de doscientos años de historia, es testigo mudo de la fascinante historia de la capital alemana, además de símbolo de la caída del muro y de su reunificación, por lo que son numerosas las celebraciones nacionales que se desarrollan aquí, incluidas la de fin de año.
Avenida Unter der Linden
La arteria principal de Berlín, que une la Puerta de Brandemburgo con la Isla de los Museos, lleva el florido nombre, en castellano, de Paseo bajo los tilos. Esta calle, antiguo escenario de los desfiles prusianos y de los nacionalsocialistas de Hitler, fue el centro neurálgico de la ciudad desde sus inicios, hasta que la destrucción por las bombas y su cercanía al muro la dejaron en un segundo plano que llegó a su fin con su recuperación en los años 90.Hoy en día vuelve a ser una de las avenidas principales de Berlín. Desde la plaza de París hasta el río Sprea, el boulevard está flanqueado a ambos lados por museos, teatros, óperas, bibliotecas, tiendas de lujo y la prestigiosa Universidad de Humbold, donde estudiaron personajes tan ilustres como Einstein o Karl Marx. Al final de la calle se levanta un templete clásico conocido como La Nueva Guardia, monumento de principios del siglo XIX que conmemora la victoria sobre Napoleón. En su interior alberga una escultura que recuerda a todas las víctimas de la I y la II Guerra Mundial, así como de la tiranía mundial.
Frente a la Nueva Guardia se localiza también otro destacado punto, la Bebelplatz. Se trata de una plaza que está rodeada por la Ópera estatal, la catedral católica Santa Eduvigis y la Antigua Biblioteca, hoy en día facultad de derecho. La Bebelpltaz es también famosa por un triste acontecimiento, ya que fue el escenario de la quema de libros el 10 de mayo de 1933 por los nacionalsocialistas. Esa noche se quemaron 22.000 ejemplares, entre ellos obras de Heinrich y Thomas Mann, Erich Kästner, Stefan Zweig, Heinrich Heine, Karl Marx, Alfred Kerr y Kurt Tucholsky. Hoy en día se recuerda con un memorial de Micha Ullmann, una biblioteca vacía empotrada en el suelo, tapada con un cristal plastificado. De este modo simboliza el vacío intelectual que produjo el nacionalsocialismo en Alemania con la persecución de escritores e intelectuales.
Museumsindel (La isla de los museos)
Uno de los puntos más interesantes de Berlín es el que forma esta pequeña porción de tierra situada sobre el río Sprea, en la que se encuentran los cinco museos más importantes de la ciudad.
También, en esta isla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, se encuentra la catedral de Berlín.El conjunto, formadas inicialmente por las colecciones de arte y arqueología de los reyes prusianos, pasó a ser una fundación pública en 1918, la Stiftung Preußischer Kulturbesitz (Fundación del Patrimonio cultural prusiano), encargada de conservar los museos y sus colecciones:
- Altes Museum (Museo Antiguo): Fue el primer museo que se levantó en la isla. Alberga la colección prusiana de antigüedades y el museo egipcio.
- Neues Museum (Museo Moderno): Fue prácticamente destruido tras la II Guerra Mundial, por lo que en la actualidad aún se está reedificando. Para finales de 2009 está prevista su reapertura, volviendo así a su emplazamiento original las colecciones egipcias y prehistóricas.
- Alte Nationalgalerie (Galería Nacional Antigua): Cuenta con la colección de pintura del siglo XIX más importante de Alemania.
- Museo Bode: Reabierto en 2006, acoge varias colecciones de escultura y arte de la tardo-antigüedad y del periodo bizantino.
- Museo de Pérgamo: Probablemente el más espectacular de todos; alberga en su interior varios edificios reconstruidos a tamaño original, tales como el altar de Pérgamo, la Puerta de Ishtar de Babilonia o la puerta del mercado de Mileto.
Puedes encontrar más información sobre la Isla de los Museos en su página oficial.
La catedral de Berlín
La Berliner Dom es la catedral protestante de la capital alemana. Construida entre 1895 y 1905 en estilo neobarroco por orden del emperador Guillermo II, es la tercera edificación sacra que ocupa este solar, pues antes ya hubo una catedral barroca y otra neoclásica.
En el interior merece la pena contemplar el espectacular órgano de 1700 y visitar la cripta de la familia de reyes prusianos Hohenzollern, donde destacan los sarcófagos de Federico I y su esposa y el Juan I de Brandemburgo.
Horarios: De lunes a sábado de 9 de la mañana a 8 de la tarde (domingos de 12 a 20h). Precio: 5 euros (3€ estudiantes y jubilados). La entrada al culto es gratuita.
Ruta sugerida
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